El gobierno prepara la ejecución de otro paquete anti-laboral disfrazado de nuevos beneficios, cuyo principal objetivo es seguir metiéndole mano al bolsillo de los trabajadores para cubrir su déficit presupuestario que le permita cancelar religiosamente la deuda pública.
La escalada de la protesta de los educadores, quienes venimos exigiendo desde el año pasado sueldos dignos en correspondencia con la hiperinflación, ha contagiado de entusiasmo a otros sectores de trabajadores que se aprestan a salir a la calle, lo que preocupa al gobierno. De allí el posible adelanto del anuncio de unos supuestos beneficios salariales que no son tales y que implican un mayor retroceso en el patrimonio económico de la clase trabajadora.
Vienen cocinando desde hace un tiempo una nueva trampa con el visto bueno de organizaciones sindicales patronales y genuflexas.
Se trata de incorporar como parte del salario normal (aquel que permite las condiciones de reproducción del trabajador) el concepto liberal de "salario social", es decir, incorporar derechos ciudadanos y establecidos en la Constitución.
Estos derechos inalienables y de obligatorio cumplimiento por parte de todo Estado, son entre otros: el derecho a la vivienda, a la alimentación , a la salud y la seguridad social y no pueden ser sumados como parte del salario, pues se estaría desmejorando el concepto, razón y ser del mismo con las consecuencias negativas que esto implica.
Aceptar la trampa del "salario social", implica menos salario normal para la base de cálculo de las prestaciones sociales del trabajador, siendo esto una nueva estafa y despojo del patrimonio económico de los trabajadores y su familia.
El "salario social", como concepto legal, no está establecido en la Ley del Trabajo. Que los mercados a cielo abierto, los CLAPS, los servicios de salud primaria a través de los inexistentes CDI, del desmejorado IPASME, Seguro Social, del otorgamiento de viviendas vía GMVV, entre otros, formen parte del salario, es lo que todos los trabajadores deben rechazar contundentemente, porque de aceptarse, sería sepultar las conquistas laborales históricas de los trabajadores venezolanos.
Por otro lado, pretenden ajustar y anclar el salario mínimo y los tabuladores de sueldos al petro fluctuante. Pero resulta que hay dos petros: El marcador en dólares y el que arbitrariamente coloca el gobierno para determinar salario. Entonces, el capricho del gobierno es el que seguirá determinando la fijación del salario mínimo y demás sueldos de la administración pública. Ni de broma el "gobierno obrerista" lo aproxima al que está anclado al precio del barril de petróleo.
Los trabajadores activos, jubilados, pensionados y sobrevivientes, y en particular los educadores, no somos culpables de la crisis y no debemos ni tenemos que seguir cubriendo con nuestra pobreza, el déficit del presupuesto de gastos del Estado despilfarrador y corrupto.
La lucha del magisterio y de los demás trabajadores debe continuar hasta que se conquisten condiciones de vida dignas para todos y hasta que cese el paquete económico hambreador, explotador y esclavista impuesto por la fuerza represiva.
¡Salario real con base a la canasta alimentaria!
¡Respeto a la normativa laboral!
¡Fuera el sindicalismo esquirol, patronal y genuflexo!
¡Salvemos la Educación!
¡Todas las luchas, una sola lucha!
¡Hacia la huelga general!
Movimiento de Educadores "Simón Rodríguez"
@EducadoresMESR
Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados Unidos de la Región Capital
@Asocejuprc
Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados Unidos del Estado Aragua
A.C.E.J.P.U.E.A.
Es urgente incrementar la presión laboral. El paro de 24 horas fue un total éxito. De allí el temor del patrono. Igual debemos cuidarnos de las federaciones oficialistas. Todos sabemos cuales son. #Paro48HorasYa.
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