lunes, 6 de febrero de 2023

Llamado urgente al magisterio y a todos los trabajadores


Nuestro saludo a todos los trabajadores en lucha. 

Vista la urgencia de la unidad más amplia posible, se hace imperioso aclarar asuntos clave para la clase trabajadora. Desde el Movimiento de Educadores Simón Rodríguez (MESR) nos hemos mantenido consecuentes, desde 1987, bajo los principios fundacionales de la ética en el ejercicio sindical y la defensa de los intereses superiores de los educadores y los trabajadores en general. 

Durante estos 36 años, el MESR se ha mantenido incólume ante estos principios y hoy podemos decir que hemos salido airosos frente a las mentiras y campañas manipuladoras que nuestros adversarios, los de ayer y hoy, han lanzado en nuestra contra. Pero con este escrito no solo queremos ratificar ese mismo espíritu combativo, consecuente, democrático y principista. 

Hemos contribuido y dejado huella en todas las luchas y conflictos colectivos del magisterio por alcanzar reivindicaciones para los educadores del país. Hemos sido militantes obstinados de la unidad orgánica y de acción del magisterio venezolano, en la defensa del sindicato y el gremio como instrumento fundamental de organización para la lucha de los trabajadores.

También hemos dado ejemplo de unidad, de respeto por la libertad y autonomía sindical, porque este es un principio que no es contradictorio con la lucha por reconstruir al movimiento sindical. Por ello, tenemos clara conciencia de quiénes son los enemigos de los trabajadores y de la clase obrera y quiénes son sus aliados. Ayer y hoy, el Estado patrono y el sector privado son quienes obtienen grandes ganancias y beneficios con el sudor y la explotación de la fuerza y preparación de los maestros venezolanos.

Pero bastante agua ha pasado debajo del puente de la historia del magisterio. Muchos dirigentes "radicales huecos" han terminado sirviéndole al patrono o a un Gobierno de turno, luego de sus estridencias candidaturales. Muchos han utilizado la lucha de los trabajadores como trampolín para ascender a posiciones políticas al servicio de intereses personales, contrarios generalmente al de los trabajadores. Y muchos, como antes, hoy están al servicio del régimen establecido. 

Hoy nuevamente surgen advenedizos, seudo líderes y lideresas que, aprovechando la evidente crisis de la organización sindical, creada y profundizada de forma artera por el régimen chavista durante más de 20 años, pretenden “llenar el vacío” que ha dejado la destrucción progresiva de las instituciones sindicales y gremiales, cabalgando sobre las necesidades actuales y la lucha colectiva de los trabajadores. 

Algunos de estos escandalosos, embadurnados del estilo político de hacer del liderazgo un espectáculo de redes sociales y de grandilocuencias, se presentan como “defensores de los trabajadores”, utilizando el ya conocido discurso vengador, populista, radical, tan similar al que utilizó Chávez en su momento, cargado de frases agitativas que, gritando algunas verdades, medias verdades y mentiras, mezcladas en una aparente “lógica común”, buscan sumar apoyos irracionales a proyectos personales, a candidaturas y a cargos que, incluso a veces, ni siquiera ocultan en algún momento salir al ruedo. 

Ese liderazgo manipula, nuevamente, como lo hizo el chavismo, las esperanzas de cambio de los trabajadores y un pueblo cansado que lo traicionen liderazgos tradicionales, aunque en nada se diferencian. Usan la desesperanza y el desespero, la emocionalidad irracional, como recurso para cautivar incautos. Hacen uso del mensaje mesiánico, contrario al protagonismo colectivo y organizado de los trabajadores, para proyectar sus figuras. Sin propuestas de contenido de clase, sin propuestas de reconstrucción del movimiento sindical ni de la educación, mucho menos del país, llenan el discurso de frases folclóricas, altisonantes, chéveres y chistosas, que gustan tanto al pueblo llano, teniendo para ello un apoyo mediático que no es casual y que evidencia también la perversa intención de crear un liderazgo como el que hasta ahora solo ha dejado barros y decepciones en el país. 

El discurso anti sindical, anti gremial, anti partido, es el mismo recurso que usó Chávez. Pero detrás de esos liderazgos están algunos arteros partidos políticos, impulsándolos y apoyándolos fuertemente. Son el doble discurso, la doble moral. El mismo argumento que utilizó el difunto Chávez, con el que amalgamó su propio partido con base en el resentimiento y la venganza. SINAFUM, el PSUV y el Gobierno, estarán hoy muy agradecidos de estos líderes, que le facilitan el favor de terminar de acabar con lo poco que queda del movimiento sindical y gremial organizado. 

Decimos hoy que el MESR seguirá siendo un movimiento al servicio de la transformación sindical, sin injerencia del patrono público o privado. Este es un principio que debe caracterizar a los verdaderos representantes del pueblo trabajador. No avalamos y rechazamos cualquier acción que, desde el seno de algunos de estos liderazgos, arriesguen la libertad sindical como acaba de suceder con el recurso de nulidad de las elecciones de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) introducido recientemente ante el TSJ de la dictadura, justo en medio de una lucha nacional por salarios y nuevas contrataciones colectivas. 

En momentos en que la OIT sanciona al Gobierno por violar precisamente el Convenio sobre libertad sindical, desde adentro del movimiento, como esquiroles, nace esta acción contra una organización sindical que tantas luchas libró por el magisterio, sin que dejemos por ello de señalar los errores que debe superar de cara al futuro. Acudir a las instituciones judiciales de la dictadura que hoy denunciamos, hace intuir una connivencia política de estos líderes con el régimen. 

El MESR seguirá luchando por la transformación educativa y la recuperación de un gremio y un sindicato autónomo. Apostamos y luchamos por la unidad y articulación de fuerzas, tanto del magisterio como del resto de los trabajadores para lograr objetivos superiores. No nos prestaremos para coincidir con los intereses de destrucción de las organizaciones sindicales, por más diferencias que tengamos con su forma de conducción.

El MESR no juega al mesianismo. Trabaja por un liderazgo colectivo en el que el protagonista es la base trabajadora. Luchamos por la construcción de una coordinación nacional unitaria para unir todas las luchas en una sola lucha. No somos divisionistas ni tenemos una agenda privada que lanzamos sin el consenso de los movimientos. Tampoco nos arrogamos el liderazgo sobre todo el movimiento de lucha actual para cabalgar nuestras apetencias. 

El MESR tampoco juega al anti sindicalismo. Hemos trabajado y seguiremos trabajando por transformar y reconstruir el sindicalismo en el magisterio y en la nación, y llamamos a todos los trabajadores del país a cerrar filas en torno de estos principios, para fortalecer las organizaciones sindicales y para empujarlas, de ser necesario, a que se pongan al frente de la lucha y de los intereses de los trabajadores, pero no para destruirlas. 

Hoy, más que nunca, la organización gremial, la organización sindical y la unidad de todos los trabajadores, son clave para librar la lucha y gesta históricas que libramos, ya no solo contra el patrono, público y privado, sino por la posibilidad de salir de esta pesadilla y labrar un futuro en el que el trabajo honesto sea la guía y obra del bienestar, el desarrollo, el progreso y la dignidad del pueblo venezolano.


Por la dirección nacional del MESR

Raquel Figueroa, Coordinadora Nacional.

Armando Barreto, Coordinador Nacional Adjunto

6 de febrero de 2023

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