Nosotros, educadores, personal administrativo, obreros educacionales, activos, jubilados y pensionados, debemos unirnos fraternalmente para gritar juntos a Venezuela y al mundo: ¡No queremos ser por más tiempo los nuevos esclavos del Siglo XXI! ¡No queremos que nuestras familias padezcan hambre, miseria y enfermedad! ¡No queremos soportar por más tiempo la paga de un salario de explotación que nos ha convertido en la mano de obra más barata al servicio de poderosos nacionales e internacionales! ¡No queremos seguir pagando la crisis económica, fiscal y social que el Gobierno generó y ha echado sobre nuestros hombros en forma de paquetazo criminal y hambreador! ¡No queremos seguir siendo testigos impotentes del descalabro y la destrucción de la educación, y su negación como medio de ascenso social para los hijos del pueblo! ¡No queremos aceptar la desprofesionalización y desaparición de la carrera docente! ¡No queremos seguir observando la diáspora de docentes de educación primaria, media y universitaria ante la indolencia gubernamental que no hace nada por evitarlo! ¡No queremos seguir viendo con impotencia la devastación de nuestra patria, que es la devastación del pueblo mismo! ¡No queremos que nuestras riquezas naturales, mineras e hidrocarburos sigan siendo entregadas y depredadas por las potencias imperialistas de turno, comprometiéndose el futuro y la soberanía de toda nuestra nación! ¡No queremos soportar por más tiempo este régimen de explotación y tiranía! ¡De hambre, miseria y corrupción!
¡Ante tanta destrucción, los trabajadores decimos basta y proclamamos: ¡Queremos un país de hermanos, de trabajadores y productores libremente asociados donde se liberen todas las fuerzas productivas, que generen toda la riqueza necesaria, que justa y equitativamente sea repartida según la necesidad y trabajo de cada quien! ¡Queremos un país desarrollado y diversificado industrialmente! ¡Queremos un país que produzca todos los alimentos que consumimos y que haga buena y real la consigna de soberanía agroalimentaria! ¡Queremos un país donde se canalice el ahorro social hacia la inversión productiva y no especulativa! ¡Queremos un país donde sea protegido el producto y la empresa nacional! ¡Queremos un país de progreso, de paz y bienestar para todos! ¡Queremos un país donde la educación forme ciudadanos para la nueva ciudadanía, donde sea elevado el arte, el saber y el conocimiento científico para todos! ¡Queremos un país con una nueva democracia, directa, real, sustentada en asambleas de ciudadanos libres! ¡Queremos un país donde la ética sea el norte que guíe el ejercicio del poder al servicio del ciudadano!
Los trabajadores de la educación, que dejamos la vida en formar varias generaciones, queremos dejar un mejor país a nuestros hijos y nietos, y queremos luchar y conquistar este país, que no es un sueño, que no es una utopía, que será una realidad si nos disponemos a construirlo entre todos, como hermanos.
¡Vivan los trabajadores de la educación!
¡Viva la unidad de todos los trabajadores!
¡Unamos todas las luchas en una sola lucha!
¡Luchar, luchar, hasta vencer!
¡El magisterio unido, jamás será vencido!
Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados Unidos de la Región Capital.
14 de Noviembre de 2018
@asocejuprc
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