Lamentable el asesinato de la profesora Luisa Cesar en manos del hampa. Otro hecho que enluta nuevamente al magisterio. Esto pasa ahora con cualquier ciudadano de pueblo. Esta vez le tocó a una maestra, a una pedagoga. Desde el Movimiento de Educadores Simón Rodríguez expusimos nuestra solidaridad magisterial para con sus familiares y compañeros de trabajo.
Quiero compartir una reflexión muy sincera sobre el comunicado oficial del nuevo Ministro de Educación, Elías Jaua.
Desde que decidí ser educadora, en el camino me topé con la pedagogía de la esperanza y desde ese momento creí que era la vía para encontrarme con la pedagogía del oprimido y así buscar la práctica de la libertad. Pero señor ministro Jaua, su comunicado deja claro que durante los 17 años que tiene usted y su partido gobernando Venezuela, la educación aun no ha encontrado la libertad del oprimido.
Usted sería el séptimo Ministro de Educación comprometiéndose con la convivencia, la paz y la vida. Pero es precisamente en nuestras calles, liceos y escuelas donde usted y su gobierno no han estado comprometidos realmente con la pedagogía de la liberación del oprimido, ni con la paz, ni con la vida.
Ministro Jaua, lo que hay en nuestras escuelas y liceos es violencia escolar y lo que usted expone en su comunicado ya otros ministros lo han dicho, utilizando la misma partitura.
Por cierto, vienen a mi mente dolorosos hechos que el magisterio ha pasado. Recuerdo lo que sucedió con un grupo de colegas docentes en Barlovento, cuando la delincuencia desatada robó las bolsas de comida a maestros que venían caminando en la madrugada sin ninguna seguridad policial. Viene a mi mente también el fallecimiento de la colega del estado Apure Luisa Blanco, quien no encontró seguridad social a pesar de que es un derecho y murió con su hijo en el vientre. Recuerdo el asesinato de la colega jubilada del estado Yaracuy, profesora Ana Teresa Carreño.
Le invito ministro Jaua a que investigue en la UE Gran Colombia, centro piloto educativo de la "educación bolivariana", la situación de inseguridad con que trabajan los docentes de esa institución. Investigue un sin fin de situaciones que reflejan la crisis y la descomposición social en que está sumida Venezuela desde hace 17 años.
No basta con un comunicado oficial señor ministro, el mismo no va a resucitar a los inocentes ciudadanos que han perdido su vida por esta crisis económica, social, de valores, de ética y de ciudadanía. De lo que si estoy segura es que el país y su educación necesitan urgente una reconstrucción. Y ahí estaremos los docentes que estamos empeñados en seguir luchando por la liberación del oprimido.
Profesora Raquel Figueroa
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