En el Magisterio tenemos que jugar un papel diferente en estos días por venir. No es sólo por el salario, es también por ejercer nuestra profesión en condiciones dignas, con un currículo democrático, científico y al servicio del desarrollo nacional. Con una educación capaz de formar ciudadanos críticos, cultos, inteligentes, con plena conciencia de sus responsabilidades individuales y colectivas. Todo esto es posible lograrlo si cambiamos de actitud y nos disponemos a enfrentar lo que nos está haciendo daño. Es hora de organizarnos para que la lucha nos lleve a conquistar victorias que han de venir por el camino de la acción en la calle, comprometiendo a todos los educadores sin distingo de ideología, porque todos somos afectados por estas políticas antiobreras y antilaborales.
Vamos a seguir el ejemplo de los maestros bolivianos quienes están en pie de lucha por mejoras salariales y reivindicaciones. No podemos dejar que la pobreza y el hambre sea nuestro futuro. Debemos exigir al gobierno que aumente sueldos y salarios de los trabajadores y que se mejoren las condiciones ambientales y físicas de los centros educativos del país. Que se nos respete, que se nos tome en cuenta para decidir las políticas educativas, para orientar la creación de cultura, para elevar el pensamiento libertario, para que el conocimiento científico prenda en nuestra educación. Porque somos actores fundamentales del proceso educativo, porque los maestros no somos “unos simples que se dejen mandar por los que mandan”, como lo decía en su sabio pensamiento pedagógico el maestro Simón Rodríguez.
Llamamos al Magisterio, a cada educador, a los directivos y delegados de los sindicatos, a contribuir desde ya a la construcción de un gran movimiento de rechazo al paquete inhumano y hambreador y por un aumento general de sueldos y salarios, porque no puede ser que seamos los trabajadores los que paguemos el precio de una crisis fiscal y económica de la cual no somos responsables y no hemos generado. Que la crisis la pague el gobierno por su desacertada y equivocada administración de los enormes recursos que impuestos y renta petrolera han generado.
Excelente manifiesto. Que bueno que esten planteando la lucha en la calle por mejorar sus condiciones laborales en tiempos de miedos y oportunismo
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